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Reserva colombiana crece tras declaración de nueva área protegida

Atuncela, al igual que gran parte de los Andes tropicales, tiene una gran biodiversidad. Más de 130 especies de ave se han registrado en el área recientemente expandida, y Atuncela es el hogar de al menos tres especies de ave En Peligro, dos especies de rana En Peligro Crítico, y varias especies de árbol en En Peligro. La expansión provee protección, sumamente necesaria, para la Paloma Perdiz Purpúrea (Geotrygon purpurata), un ave solitaria terrestre.

Crédito de fotografía: CORFOPAL

Reserva colombiana crece tras declaración de nueva área protegida

1,320 hectáreas adicionales están ahora bajo protección tras una reciente declaratoria por la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC). La declaratoria aumenta el área protegida en el Distrito Regional de Manejo Integrado (DRMI) Enclave Subxerofítico de Atuncela a 2,333 hectáreas.

Conserva Aves es una iniciativa regional que busca crear y expandir áreas subnacionales protegidas en América Latina. Es liderada por American Bird Conservancy (ABC), the National Audubon Society, BirdLife International, Birds Canada, y la Red de Fondos Ambientales de Latinoamérica y el Caribe (RedLAC).

Conserva Aves tiene mecanismos innovadores de implementación, tanto por inversión directa como por convocatorias, los cuales representan maneras eficaces de avanzar los objetivos de conservación de la Iniciativa. Bajo la modalidad de inversión directa, la Corporación Ambiental y Forestal del Pacífico (CORFOPAL), socio de American Bird Conservancy (ABC), ha estado trabajando en la expansión de esta área protegida en la cordillera occidental de Colombia desde 2022. El área original de Atuncela, la cual consistía de 1,013 hectáreas de matorral seco, fue declarada como protegida en el 2007. Con la expansión, se crea un gradiente de hábitat protegido, donde el matorral seco se convierte en bosque húmedo tropical a medida que aumenta la elevación. La expansión del área protegida fue apoyada por fondos de inversión directa de la iniciativa Conserva Aves y Rainforest Trust.

“Gracias a esta declaratoria, más de 1,300 hectáreas de bosque tropical en Colombia estarán protegidas. Felicitamos a nuestros socios en CORFOPAL por este gran logro”, dijo Eliana Fierro-Calderón, Oficial de Proyectos Internacionales de Conservación para ABC. “La expansión en Atuncela protege hábitat esencial de distintos ecosistemas, contribuyendo a un mejor futuro para varias especies En Peligro como la Paloma Perdiz Purpúrea y el Cuco Hormiguero Bandeado, así como aves migratorias como la Reinita de Canadá y el Zorzal de Swainson”.

La CVC decidió aprobar la expansión a petición de la comunidad local. Un Comité de Co-manejo Local compuesto por la CVC, gobierno local, productores, asociaciones ambientales y miembros de la comunidad creció a la par con el área protegida. Sus miembros participaron en entrenamientos para desarrollar sus capacidades para supervisar el manejo de la reserva. Atuncela está clasificada como un Distrito Regional de Manejo Integrado (DRMI), un enfoque de manejo de hábitat que está bajo la Categoría VI de Manejo de la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés). Las áreas de manejo bajo esta Categoría priorizan la protección de la biodiversidad y ecosistemas a la vez que permiten el uso sostenible de los recursos naturales, a menudo por valores culturales de sistemas de manejo de recursos tradicionales. Esta flexibilidad permite que los residentes del área de Atuncela, que en su mayoría son agricultores de subsistencia, continúen manejando sus pequeñas operaciones.

Más tierra, un mejor futuro para las aves amenazadas

Atuncela, al igual que gran parte de los Andes tropicales, tiene una gran biodiversidad. Más de 130 especies de ave se han registrado en el área recientemente expandida, y Atuncela es el hogar de al menos tres especies de ave En Peligro, dos especies de rana En Peligro Crítico, y varias especies de árbol en En Peligro. La expansión provee protección, sumamente necesaria, para la Paloma Perdiz Purpúrea (Geotrygon purpurata), un ave solitaria terrestre. El plumaje de la Paloma Perdiz Purpúrea parece una pintura de acuarela, con tonos profundos púrpuras que dan transición a un azul marino y castaño, con destellos de oro iridiscente en su cuello. Su población es de menos de 2,500 individuos y es endémica de una franja delgada de bosques bajos húmedos y submontanos que se expande del noroeste de Colombia al noroeste de Ecuador.

El Cuco Hormiguero Bandeado (Neomorphus radiolosus), también En Peligro, zigzaguea frenéticamente para cazar artrópodos en los bosques húmedos del Chocó. Esta especie es elusiva, y requiere de bosques intactos para anidar y alimentarse. También mantiene un territorio amplio, lo cual se ha vuelto cada vez más retante con la acelerada deforestación en la región. El área protegida nueva también es hábitat de la especie En Peligro Águila Poma (Spizaetus isidori), un águila imponente y distintiva que vuela sobre los bosques andinos. Como otras especies en el área, la pérdida de hábitat ha llevado a su rápida disminución.

Atuncela es también un sitio de la Alianza para la Extinción Cero (AZE, por sus siglas en inglés), uno de 899 lugares alrededor del mundo que son el hogar de las únicas poblaciones de especies En Peligro y En Peligro Crítico. La especie detonante en Atuncela es Stenocereus humilis, un cactus que crece en los matorrales secos por temporada, cubriendo la parte baja del área protegida.

Involucrando a las comunidades para la conservación a largo plazo

Aunque la expansión de Atuncela fue designada por una agencia gubernamental, el proceso involucró un alto grado de participación comunitaria, la cual continúa mientras CORFOPAL ayuda a los residentes a comenzar un vivero. Los miembros de la comunidad recolectan semillas y cuidan de árboles jóvenes que eventualmente serán sembrados como parte de esfuerzos de reforestación. CORFOPAL ha entrenado a  la comunidad para monitorear especies clave. La población local ha participado en talleres para afinar sus destrezas de identificación, aprender sobre la metodología, y entender las mejores prácticas en la recolección y análisis de datos. La información ayudará a los conservacionistas a entender cómo les va a las especies en el área protegida a largo plazo.

Algunas fincas locales también están contribuyendo a la restauración de la conectividad de hábitat. Trabajando con CORFOPAL, los agricultores han sembrado más de 1,200 árboles, incluyendo de aguacate, limón verde, y plátano, en varias fincas en Atuncela para crear sistemas agroforestales. Este enfoque de manejo de tierras permite que el hábitat de aves logre florecer a la vez que las personas puedan cultivar para su subsistencia o para la venta. También ayuda a conectar fragmentos de hábitat, aumentando la cantidad de área forestal continua disponible para las aves.

CORFOPAL y otros actores interesados, incluyendo las comunidades locales en Atuncela, también han creado una estrategia de comunicación para informar al mundo más allá del área protegida sobre la impresionante biodiversidad y hermosos paisajes que les esperan. Con el crecimiento de Atuncela, la comunidad está preparándose para dar la bienvenida a ecoturistas ansiosos por visitar una región única de los Andes tropicales, donde especies vulnerables ahora tienen protección y estabilidad.